El Anuario de Seguridad de 2023 informa que 6.429 personas murieron víctimas de la violencia policial en un año en Brasil. Según los datos de la Red de Seguridad, el 65% de estas víctimas eran negras. Este número es el reflejo de la política en Brasil, que se sostiene en un paradigma militarizado, bélico y antagónico a la democracia.
Visibilizada por la dictadura militar-empresarial e intensificada bajo el discurso del combate a las drogas, la actuación (directa o por omisión) de las políticas penales profundiza el genocidio de la población negra, como se observa en las grandes operaciones policiales cada vez más frecuentes en favelas, villas y regiones periféricas en diferentes ciudades del país. Son consecuencia de este modelo las ejecuciones sumarias, desapariciones forzadas, prisiones arbitrarias y la producción de sufrimiento y enfermedad de las mujeres.
Frente a esto, Justiça Global hace acompañamiento y denuncia casos, propone políticas a fin de reducir la violencia policial y fortalecer el control externo sobre la actividad de las fuerzas de seguridad y actúa en favor del fortalecimiento de los movimientos contra la violencia del estado, especialmente de madres y familiares de víctimas.