La crisis socioambiental y climática es uno de los mayores desafíos para los derechos humanos en la actualidad, hecho que corroe la democracia y continúa perpetuando desigualdades. En los países del Sur Global, una élite se beneficia de la economía centrada en commodities, mientras que comunidades vinculadas al medioambiente, como indígenas, quilombolas y campesinas, soportan los costos de la explotación predatoria.
En Brasil, la actuación devastadora de grandes corporaciones genera crisis en el Amazonas y en otros biomas, que resultan en violaciones a los derechos humanos, violencia contra defensores de derechos, pérdida de biodiversidad, contaminación y daños irreparables al medioambiente, lo que contribuye significativamente al cambio climático. Los negocios de mayor escala, como la extracción de petróleo, minería, agropecuaria y construcción civil también son las principales causas de impactos socioambientales.
Justiça Global actúa para que se consideren las implicancias diferenciadas de raza, género, clase y territorio en el enfrentamiento a la emergencia climática, y apuesta a la garantía del derecho a la tierra y al territorio, a la reforma agraria, al enfrentamiento a la violencia en el campo, y a la responsabilización de las empresas y estados de las violaciones de derechos humanos y ambientales para cualquier salida propuesta.
Entienda la actuación del programa
Garantía del derecho a la tierra y al territorio de pueblos indígenas y comunidades tradicionales
El acceso a la tierra es fundamental para garantizar otros derechos básicos: alimentación, vivienda, agua, cultura e identidad, reproducción social, entre otros. La construcción de la propiedad en Brasil, sin embargo, implicó la desapropiación y exclusión de innumerables personas, sobre todo de origen indígena y africano.
_ La garantía de la tierra y del territorio para que pueblos y comunidades tradicionales preserven su patrimonio cultural.
Este derecho es reconocido por la Convención N.º 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificada en Brasil en 2012 y que establece la consulta previa, libre e informada a esos grupos.
Hasta el momento, solo han sido demarcados el 65% de los 736 territorios indígenas identificados por la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas. Hay también otras 490 reivindicaciones en análisis. Con relación a los pueblos quilombolas, mientras que 2.849 comunidades fueron certificadas por la Fundación Cultural Palmares, solo 54 territorios recibieron titulación (parcial o total) por parte del órgano responsable, el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra).
Actuación en los sistemas internacionales de derechos humanos
Desde su fundación Justiça Global tiene como estrategia la actuación en los sistemas internacionales de derechos humanos, en la Organización de los Estados Americanos (OEA) y en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), enviando denuncias, información, actuando como amicus curiae, solicitudes de audiencias, acompañamiento de visitas y petición de casos.